La cara oculta de las redes
- Esla López
- 18 mar 2020
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 28 may 2020
Las redes sociales son esas plataformas que funcionan a través de Internet que nos sirven para comunicarnos con los demás, nos permiten compartir nuestras fotos, vídeos, documentos, archivos… y, a su vez, poder ver e interactuar con lo que comparten los demás, creando así amplias redes de personas conectadas virtualmente alrededor del mundo entero.
Una vez que sabemos lo que son las redes sociales, vamos a ver cómo se han introducido en nuestras vidas. Para empezar, decir que un 68% de la población mundial posee un teléfono móvil, en donde lo que más se usan son las redes sociales. Por ejemplo, ‘Instagram’ llegó al billón de usuarios en 2019, ‘Facebook’ tiene un poco más de 20 millones de consumidores y los usuarios de ‘Twitter’ escriben al día 400 millones de mensajes, lo que significa que millones de personas también interactúan en esta red social. Estos datos reflejan la realidad actual que estamos viviendo y gracias a ellos podemos ver la gran magnitud que ocupan todas las redes sociales en nuestras vidas.
La parte de población más vulnerable a engancharse a dichas redes sociales parece que son los adolescentes. Eso es porque las redes les ayudan a reforzar y crear vínculos. Muchos adolescentes encuentran en las redes “el lugar para superar sentimientos de incomprensión y de soledad” (Jack, 2018). A veces, descubren que no son los únicos a los que les gusta determinado tipo de música, afición, deporte… Encuentran grupos con los que identificarse.
Además, el fenómeno de los likes o “me gustas” es un poderoso refuerzo que alimenta su ego y también las ansias de seguir captando más y más atención y admiración por parte de los demás. Tal y como explicaba Peraita en 2013, las redes producen una sensación de gratificación muy rápida: cuando escribes algo, subes una foto… inmediatamente hay una respuesta y este “feedback” produce un estímulo muy positivo de manera casi inmediata en los adolescentes. Les hace sentirse aceptados socialmente y fortalece su autoestima además de hacerles sentirse parte de algo, parte de un grupo social.
¿Qué ocurre cuando no reciben este refuerzo? ¿Cuándo no hay “me gustas” ni comentarios o cuando otra persona tiene muchos más que ellos? Estas valoraciones negativas golpean fuerte sobre la autoestima de los adolescentes, que están creando su identidad. La ausencia de este feedback, de este placer que buscan en las rede, se convierte en ansiedad. Esa ansiedad termina convirtiéndose en la creación de esos perfiles ideales que no reflejan la realidad pero que sí llenan sus redes de visitas, “me gustas” y comentarios.
“El ser humano, por naturaleza, anhela sentirse querido, interesante, que le miren y observen y ese sentimiento en las redes sociales se obtiene multiplicado por infinito” (Peraita, 2013).” Así, el consumo de redes sociales produce este bienestar en los adolescentes que les lleva a ir aumentando su uso cada vez más para conseguir de nuevo el mismo placer o, sobre todo, para disminuir la ansiedad que les provoca la ausencia del mismo, tal y como explica Jack en “Adolescentes y redes sociales” en 2018. Este ciclo se repite de manera compulsiva y es la manera en la que los adolescentes terminan enganchados a ese adictivo refuerzo positivo que les da el móvil.
Como dice Elena en el periódico ‘ElMundo’: “Son múltiples los estudios que señalan que en las redes sociales tendemos a mostrar lo mejor de nosotros mismos, una forma de buscar la aprobación de los demás: nos inclinamos a publicar cosas susceptibles de recibir "megustas", mientras que nos inhibimos de compartir otras menos populares.” (Mengual, 2014). Hacemos esto porque si algo nos gusta y nos hace tener una sensación positiva, vamos a repetirlo porque nos hace sentir bien. Si recibir ‘megustas’ nos hace sentir bien, realizados y queridos, vamos a seguir repitiendo esa misma acción de solo enseñar lo mejor de nosotros mismos, llegando a rozar a veces el exhibicionismo: "Llama mucho la atención ese exhibicionismo que se muestra en redes sociales, porque no concuerda con lo que haces en el cara a cara", explica Molina. (Mengual, 2014).
El psicólogo José Elías, presidente de la Asociación Española de Hipnosis, lo define como "la adopción de ciertos hábitos, gestos y actitudes que buscan proporcionar una buena imagen de nosotros, con el fin de demostrar a los demás que somos felices aunque realmente no sea así o no estemos convencidos de ello". (Negrete, 2016).
Para acabar, decir que las razones por las que tenemos esos comportamientos suelen ser que esté de moda (sobre todo entre las personas jóvenes) o debido a la necesidad de notoriedad y atención, esa necesidad que se tiene de que todo el mundo esté pendiente de ti y te haga caso. En resumen, esa necesidad de aprobación social.
"La gente joven tiende mucho a mostrar su vida, y parece que si no la estás mostrando, no la tienes, lo cual es un gran error".
Instagram es la red social que más éxito tiene entre los adolescentes y es que presenta “esas imágenes idílicas de un mundo perfecto e inalcanzable con el que los adolescentes sueñan” (Peyró, 2018).
En el vídeo que pondremos más abajo vamos a ver el caso de Paula Galindo, más conocida en sus redes sociales como Pautips. Paula anunció en un video de YouTube que tenía que abandonarlo para curarse y recuperarse, ya que sufría de depresión y padecía un desorden alimenticio. Como ella misma dijo: “Necesito tiempo para descansar, necesito tiempo para curarme porque no puedo seguir así (…) He intentado tapar todo lo que pasa detrás mío siendo siempre muy feliz en cámara porque yo quiero que ustedes sean felices”.
El otro caso del que hablamos en el vídeo es el de Naim Darrechi y Ángela Marmol, dos jóvenes de 18 años que durante los últimos dos años han tenido las redes sociales en una absoluta revolución con sus casi 2 millones de seguidores en el caso de Naim y 1.200.000 en el caso de Ángela.
Se hicieron famosos subiendo a Instagram vídeos que grababan con la aplicación Tik-tok bailando canciones pero, su popularidad subió aún más cuando estos se hicieron pareja y empezaron a subir fotos y vídeos juntos. En enero, los jóvenes rompieron su relación y se hizo público que Ángela denunció a Naim por maltrato y violación. Al parecer, estos sucesos habían ocurrido en larga parte de la relación. Es decir, mientras ellos seguían subiendo esas fotos y vídeos de su idílica y perfecta relación de pareja y millones de adolescentes les veían y tomaban como ejemplo, la realidad entre ellos era una completamente diferente.
También puedes verlo en: https://www.youtube.com/watch?v=0wi1_pZVKgw
Como podéis ver, hoy en día el intentar aparentar una vida perfecta (sea esa la verdadera o no) está a la orden del día. Por ese mismo motivo es por lo que nos decidimos a hacer este vídeo experimental hablando y mostrando este tema (la verdadera realidad de este tema), ya que se da mucho y es algo que tenemos tan asimilado que no nos damos ni cuenta (cuando lo hacen los demás e incluso cuando lo hacemos nosotros mismos). Asimismo, queríamos denunciar esta situación social dando un toque de atención.
Por otro lado, con toda esta información que hemos recogido y con nuestro vídeo empírico, hemos llegado a unas conclusiones bastante claras:
- Como ya hemos dicho antes, es algo muy real y se da en todas o casi todas las personas (jóvenes sobre todo).
- Mostrar otra realidad de tu vida o de cómo eres tú realmente viene de la necesidad de aprobación que tenemos todos en esta sociedad. Nadie suele mostrar cuando está triste o está pasando por un momento muy difícil.
- Como podemos ver en el vídeo, nosotros mismos nos sorprendemos cuando conocemos la verdadera realidad que se esconde detrás de los perfiles tan perfectos de las redes sociales, lo tenemos tan integrado que asumimos el engaño de los demás sin apenas darnos cuenta. Por eso, a partir de ahora, debemos ser más conscientes y tener más cuidado.
Para acabar, te queremos hacer algunas preguntas que te hagan reflexionar: ¿qué es verdadero de lo que muestras en tus redes sociales? Viendo lo que estaban sufriendo las personas de nuestros ejemplos, ¿hasta qué punto compensa mostrar algo tan perfecto? ¿A quién queremos impresionar, a la gente de nuestro alrededor o a nosotros mismos?
Queremos dar las GRACIAS muy especialmente a Ana Abad Mendieta, Yara de Almeida Torrijos, Marian Benamar Mouhandiz, Alicia García Benito, Ignacio Pérez Benéitez, Ángel Pezuela Aguirre y César Piris González por su ayuda y participación.
REFERENCIAS
Jack, A. T. (09 de 05 de 2018). Adolescentes y redes sociales. La voz de Galicia . Recuperado en marzo 16, 2020 desde ‘La Voz de Galicia’: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/lavozdelaescuela/2018/05/09/adolescentes-redes-sociales/0003_201805SE9P3991.htm#
Mengual, E. (2014, Noviembre 06). ¿Por qué todo el mundo trata de parecer tan feliz en Facebook? Recuperado en Marzo 16, 2020, desde El Mundo: https://www.elmundo.es/tecnologia/2014/11/06/544a5fae268e3ec9028b4592.html
Negrete, B. (2016, Mayo 05). 'Postureo': El arte de aparentar ser un triunfador. Recuperado en Marzo 17, 2020, desde El Mundo: https://www.elmundo.es/sociedad/2016/05/05/572a0c69268e3e240d8b45f9.html
Peraita, L. (19 de 08 de 2013). ¿Por qué crean tanta adicción las redes sociales? ABC . Recuperado en marzo 16, 2020 desde ‘ABC’: https://www.abc.es/familia-padres-hijos/20130604/abci-adictos-redes-sociales-201305311547.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.es%2F
Peyró, P. (03 de 04 de 2018). ¿Por qué los adolescentes se enganchan a Instagram? The Luxonomist . Recuperado en marzo 16, 2020 desde ‘TheLuxonomist’: https://theluxonomist.es/2018/04/03/por-que-los-adolescentes-se-enganchan-a-instagram/patricia-peyro
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